When Molly Gram was coming up through the Seventh-day Adventist school system, she encountered teachers who became her guides, mentors, and friends; whose presence was interwoven throughout her life; and who helped form the foundation of faith and purpose that now motivates her.
An English-secondary education major at La Sierra University, Gram aims to become a middle or high school teacher within the Adventist education network to provide its students the same support, inspiration, and friendship that was afforded her during her formative years.
“I’m locked into the Adventist system,” Gram said. “I grew up in the Adventist system, and I truly believe that Adventist schools changed my life and made me a better person. I can see the impact that it had on my life as a student, and I want to be that impact for other students.”
I love that school with all my heart. That’s where my heart got 100% committed to Seventh-day Adventist education.
Gram graduated from Newbury Park Adventist Academy in 2019 and earned an associate degree in English at Ventura Community College before transferring to La Sierra toward completing a bachelor’s degree with a teaching credential.
She spent her first two and a half years of college studying entirely online due to the covid pandemic and enrolled at La Sierra in 2022. For a time she contemplated teaching in the public school system, but after working as a teacher’s aide at Conejo Adventist Elementary in early 2022, her career track came into focus.
“I love that school with all my heart,” Gram said. “That’s where my heart got 100% committed to Seventh-day Adventist education.”
She chose to enroll at La Sierra as it proved to be the best close-to-home option for finishing her degree at an Adventist school.
Gram hopes to engage in mission activities, another aspect of Adventist faith culture that she values. At La Sierra she has participated in a homeless outreach ministry, and in the past she joined North American mission trips to repair a damaged youth camp and to help with a homeless program, and she went to Peru to help finish construction of a school. “I love mission work,” she said. “It builds so much spiritual confidence and confidence in yourself in general.”
Finances have proven to be her greatest challenge in tackling university life. Gram had earned as much money as possible while attending community college, but she was concerned about affording La Sierra’s tuition. She decided to go forward and focus on covering one quarter at a time, trusting God to help her. “Every single time God’s provided,” she said.
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By Darla Martin Tucker
Estudiante de educación retribuirá con su carrera a escuelas adventistas
Cuando Molly Gram estaba ascendiendo en el sistema escolar adventista, se encontró con maestros que se convirtieron en sus guías, mentores y amigos, cuya presencia estuvo entretejida a lo largo de su vida, y que ayudó a formar la base de fe y propósito que ahora la motiva.
Con una especialización en educación secundaria en La Sierra University, Molly aspira a convertirse en maestra de escuela intermedia o secundaria dentro de la red educativa adventista para brindar a sus estudiantes el mismo apoyo, inspiración y amistad que se le brindó durante sus años de formación.
«Estoy centrada en el sistema adventista», dijo Molly. «Crecí en el sistema adventista y realmente creo que las escuelas adventistas transformaron mi vida y me hicieron una mejor persona. Puedo ver el impacto que tuvo en mi vida como estudiante y quiero ser ese impacto para otros estudiantes».
«Quiero a esa escuela con todo mi corazón. Ahí es donde mi corazón se comprometió al 100% con la educación adventista».
Molly se graduó de Newbury Park Adventist Academy en 2019 y obtuvo un título de asociado en inglés en Ventura Community College antes de transferirse a La Sierra para completar una licenciatura con una credencial de enseñanza.
Pasó sus primeros dos años y medio de universidad estudiando completamente en línea debido a covid y se inscribió en La Sierra en 2022. Durante un tiempo contempló la posibilidad de enseñar en el sistema de escuelas públicas pero, después de trabajar como ayudante de maestra en la Conejo Adventist Elementary a principios de 2022, su trayectoria profesional se enfocó.
«Quiero a esa escuela con todo mi corazón», dijo Molly. «Ahí es donde mi corazón se comprometió al 100% con la educación adventista».
Eligió inscribirse en La Sierra porque resultó ser la mejor opción cerca de casa para terminar su carrera en una escuela adventista.
Molly espera participar en actividades misioneras, otro aspecto de la cultura adventista que ella valora. En La Sierra ha participado en un ministerio a personas sin hogar y, en el pasado, se unió a viajes misioneros dentro del país para reparar un campamento juvenil dañado y ayudar con un programa para personas sin hogar y fue a Perú para ayudar a terminar la construcción de una escuela. «Me encanta el trabajo misionero», dijo. «Genera mucha confianza espiritual y confianza uno mismo en general».
Las finanzas han demostrado ser su mayor reto a la hora de afrontar la vida universitaria. Molly había ganado la mayor cantidad fondos posibles mientras asistía a un community college, pero le preocupaba pagar la matrícula de La Sierra. Decidió seguir adelante y enfocarse en cubrir un trimestre a la vez, confiando en que Dios la ayudaría. «Cada vez que Dios ha proveído», dijo.
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Por Darla Martin Tucker
