100% Humidity Resulted in 110% Effort

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Returning on the Fourth of July, 22 youth and adults from Pleasant Hill and Oakland Grand Advent churches came back from a life-changing mission trip to the Philippines. They worked primarily at an Adventist-sponsored orphanage, where they helped care for the children, finished constructing the wall around the campus, and painted it. Additionally, they participated in a clothing drive that served over 300 families in the local community. They also taught basic dental health skills to 800 elementary students and led a Vacation Bible School for 100 children. 

Trip co-leader Bonnie Gottke reported, "This energetic group was met with cold showers, sleeping under mosquito nets, and nearly 100% humidity. Regardless of the unfamiliar climes and other challenges, the young workers started each morning with worship and gave 110% effort all day." Norma Rilveria, sponsor and trip nurse, added, "My heart was full when our young people shared their daily reflections at our morning and evening devotionals." The service, interaction, and sharing of God's love certainly were felt by the group. By the trip's end, eight kids on the mission trip and three children from the orphanage were baptized.

When asked how this trip impacted her life, Pleasant Hill junior Betsy Carmona reflected, "It helped me grow my relationship with Christ, and I learned how to love a community within days. Although languages can be a barrier to communication, showing God's love is the best way to communicate." 

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By Ken Miller

 

100% de humedad rindió 110% de esfuerzo

El 4 de julio 22 jóvenes y adultos de las iglesias Pleasant Hill y Oakland Grand Advent fueron en un viaje misionero que cambió su vida en las Filipinas. Trabajaron principalmente en un orfanato patrocinado por adventistas, donde ayudaron a cuidar a los niños, terminaron de construir la barda alrededor del campus y lo pintaron. Además, participaron en una recolección de ropa que sirvió a más de 300 familias en la comunidad. También enseñaron habilidades básicas de salud dental a 800 estudiantes de primaria y dirigieron una Escuela Bíblica de Vacaciones para 100 niños. 

La colíder del viaje, Bonnie Gottke, informó: «Ese enérgico grupo se encontró con duchas frías, tener que dormir bajo mosquiteros y casi el 100% de humedad. Independientemente de un clima desconocido y otros desafíos, los jóvenes comenzaron cada mañana con adoración y dieron el 110% de esfuerzo durante todo el día». Norma Rilveria, patrocinadora y enfermera de viaje, agregó: «Mi corazón rebosó cuando nuestros jóvenes compartieron sus reflexiones diarias en los devocionales matutinos y vespertinos». El servicio, la interacción y el compartir el amor de Dios ciertamente fueron sentidos por el grupo. Al final del viaje, ocho chicos del viaje misionero y tres niños del orfanato fueron bautizados.

Cuando se le preguntó cómo ese viaje impactó su vida, la estudiante de tercer año de Pleasant Hill, Betsy Carmona, reflexionó: «Me ayudó a crecer en mi relación con Cristo y aprendí a amar a una comunidad en cuestión de días. Aunque los idiomas pueden ser una barrera para la comunicación, mostrar el amor de Dios es la mejor manera de comunicarse». 

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Por Ken Miller