Imagine looking over a crowd of 140 people, each with unique needs and faith walks, brought together by the desire for home-cooked food and fellowship. This past November, the Corona Main Spanish church hosted such an event with their Thanksgiving gathering, created to thank their neighbors. Food Pantry Director Paula Mendoza said, “The event was geared toward connecting with our community.”
This was not the first Thanksgiving community dinner or the first community activity held by the church. Corona Main Spanish church has been an active member of the community through a community resource fair. This made their mark on the community, yet the church saw that it wasn’t meeting a core need: unity. From that revelation, the church team embarked on hosting small groups and dinners to create meaningful connections with the community.
Of the 90 members present, 60 took an active role by helping to cook, serve, clean, set up, run the sound system, or register guests. Some members opposed an event not focused on the congregation, believing the community would be disinterested in the event. The weather report was another potential obstacle, forecasting rain and winds. However, God blessed the event by providing excellent weather and doubling the numbers from last year.
As community members left that evening, they departed with a greater sense of community and a frozen turkey donated by the pantry. Many commented on the sense of belonging they found and how loved they felt to receive such focused attention. Last year's Thanksgiving paved the way for 10 baptisms, further supporting the church’s outreach efforts.
Mendoza reflected on the importance of thinking outside the box and anchoring each effort in God: “God will bring it all together and provide resources to make it work because it is not our event but His. God was the one who hand-picked all the volunteers and all those who joined and participated. We have humbly created momentum with this event, and now comes the responsibility of asking God to lead the next steps in moving forward.”
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By Nicole Dominguez
Iglesia hispana Corona Main captura el espíritu de Acción de Gracias
Imagínese ver a una multitud de 140 personas, cada una con necesidades y experiencias de su fe únicas, unidas por el deseo de una comida casera y compañerismo. El pasado mes de noviembre, la iglesia Corona Main fue anfitriona de un evento de ese tipo con su celebración de Acción de Gracias, creada para agradecer a sus vecinos. La directora de la despensa de alimentos, Paula Mendoza, dijo: «El evento estaba orientado a conectar con nuestra comunidad».
Esa no fue la primera cena comunitaria de Acción de Gracias ni la primera actividad comunitaria realizada por la iglesia. La iglesia hispana Corona Main ha sido miembro activo de la comunidad a través de una feria de recursos comunitarios. Eso dejó su huella en la comunidad, pero la iglesia vio que no estaba satisfaciendo una necesidad fundamental: la unidad. A partir de esa revelación, el equipo de la iglesia se embarcó en organizar pequeños grupos y cenas para crear conexiones significativas con la comunidad.
De los 90 miembros presentes, 60 asumieron un papel activo ayudando a cocinar, servir, limpiar, instalar, hacer funcionar el sistema de sonido o registrar a los invitados. Algunos miembros se opusieron a un evento que no se centrara en la congregación, creyendo que la comunidad no estaría interesada en el evento. El informe meteorológico era otro obstáculo potencial, pronosticando lluvias y vientos. Sin embargo, Dios bendijo el evento proporcionando un clima excelente y duplicando los números del año pasado.
Cuando los miembros de la comunidad se fueron esa noche, partieron con un mayor sentido de comunidad y un pavo congelado donado por la despensa. Muchos comentaron sobre el sentido de pertenencia que encontraron y lo amados que se sintieron al recibir una atención tan enfocada. El Día de Acción de Gracias del año pasado allanó el camino para 10 bautismos, apoyando aún más los esfuerzos de alcance de la iglesia.
Paula reflexionó sobre la importancia de pensar «fuera de lo normal» y anclar cada esfuerzo en Dios: «Dios lo reunirá todo y proveerá recursos para que funcione porque no es nuestro evento sino el suyo. Dios fue quien escogió a todos los voluntarios y a todos los que se unieron y participaron. Humildemente hemos creado un impulso con ese evento y ahora viene la responsabilidad de pedirle a Dios que guíe los próximos pasos para seguir adelante».
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Por Nicole Domínguez