Cliff and his wife, Freddie, made a last-minute decision to book a budget flight, relegating them to seats at the back of the plane. Initially annoyed by the inconvenience, their perspective shifted when they met Jonathan and Cristina Mendoza, seated across from them with their two sons, 12-year-old Bentley and baby Thiago.
As Thiago cried during takeoff, Cristina declined a fellow passenger's help. But Cliff, affectionately known as the "child whisperer," stepped in and calmed the baby. This gesture opened the door for a meaningful conversation between Cliff and Jonathan. After sharing that they were headed to San Diego for their son London’s installation as senior pastor, Cliff felt led to invite the family to the service. Jonathan’s response, “I need Jesus in my life,” left a lasting impression.
To Cliff’s surprise, the Mendozas arrived early the next morning for Sabbath School and the service. They connected with the church community and began attending regularly, forming a close bond with London Lee, senior pastor of the San Diego Clairemont church. Through Bible studies and support from the congregation, Cristina started to heal from the devastating loss of her 16-year-old son, Isaiah, to gun violence two years earlier.
Guided by their newfound faith, Jonathan and Cristina made significant life changes. After learning about biblical marriage, they decided to live apart until they could wed. In September 2024, Lee officiated at their wedding, a joyful milestone in their journey. Weeks later, the couple was baptized together, their tearful embrace in the baptismal pool a testament to God’s transformative power.
The family has since become integral to the San Diego Clairemont church. Jonathan joined the “Service and Love Together” (SALT) ministry, serving the homeless, while Bentley joined the Pathfinder club. While attending the International Camporee in Gillette, Wyoming, Bentley decided to be baptized.
The Mendozas’ journey from grief and uncertainty to joy and purpose reflects God’s perfect timing and grace, proving how a simple plane encounter can spark a lifetime of transformation.
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By Freddie Harris
Del duelo a la gracia: La experiencia transformadora de una familia
Cliff y su esposa, Freddie, tomaron la decisión a último minuto de reservar un vuelo económico, relegándolos a asientos en la parte trasera del avión. Inicialmente molestos por la inconveniencia, su perspectiva cambió cuando se encontraron con Jonathan y Cristina Mendoza, sentados frente a ellos con sus dos hijos, Bentley, de 12 años, y el bebé Thiago.
Mientras Thiago lloraba durante el despegue, Cristina rehusó la ayuda de un compañero de viaje. Pero Cliff, conocido cariñosamente como el «susurrador de niños», intervino y calmó al bebé. Ese gesto abrió la puerta a una conversación significativa entre Cliff y Jonathan. Después de compartir que se dirigían a San Diego para la instalación de su hijo, London, como pastor, Cliff se sintió impulsado a invitar a la familia al servicio. La respuesta de Jonathan: «Necesito a Jesús en mi vida», dejó una impresión duradera.
Para sorpresa de Cliff, los Mendoza llegaron temprano a la mañana siguiente para la Escuela Sabática y el culto. Se conectaron con la comunidad de la iglesia y comenzaron a asistir regularmente, formando un estrecho vínculo con London Lee, pastor de la iglesia de San Diego Clairemont. A través de estudios bíblicos y el apoyo de la congregación, Cristina comenzó a sanar de la devastadora pérdida de su hijo de 16 años, Isaiah, a causa de la violencia armada dos años antes.
Guiados por su nueva fe, Jonathan y Cristina hicieron cambios significativos en su vida. Después de aprender sobre el matrimonio bíblico, decidieron vivir separados hasta que pudieran casarse. En septiembre de 2024, Lee ofició su boda, un hito alegre en su viaje. Semanas después, la pareja fue bautizada y su abrazo lleno de lágrimas en la pila bautismal fue un testimonio del poder transformador de Dios.
Desde entonces, la familia se ha convertido en parte integral de la iglesia de San Diego Clairemont. Jonathan se unió al ministerio «Servir y Amar Juntos» (SALT), sirviendo a los indigentes, mientras que Bentley se unió al club de Conquistadores. Mientras asistía al Camporí Internacional en Gillette, Wyoming, Bentley decidió bautizarse.
El viaje de los Mendoza desde el dolor y la incertidumbre hasta la alegría y el propósito refleja el momento perfecto y la gracia de Dios, demostrando cómo un simple encuentro en avión puede desencadenar una vida de transformación.
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Por Freddie Harris