Global Mission Work Supports Masai Women’s Health

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A 15-year-old Masai girl stumbles alone through the doors of the Africa Mission Services Clinic in Kenya, her feet dusty red with road dirt. Her eyes fix on the small birthing table across the room. Holly Green, Adventist Health perinatal specialist, helps her onto the table, no sheet between her and the faux leather mattress used in the center’s more than 600 deliveries last year.

The patient is in labor. There are no pillows or warm blankets to comfort her. No ice chips. No stirrups to support her. Holly can tell by examining her that scar tissue from a female circumcision will mean a more difficult and painful delivery.

A few years ago, before the single operating room was built, Holly’s patient would have had to walk 37 miles to deliver her baby. Now, through the support of local and international partners, a small local clinic with a single operating room stands just off the dirt road. But as the area’s population has increased, so has the need for clinic expansion that will allow more women to receive the care they need. Through the support of Adventist Health Global Mission and time and sweat by mission trip volunteers, Africa Mission Services will soon open the doors of a new, larger Maternal and Women’s Health Center—a place where local healthcare providers can save the lives of more mothers and babies.

Holly—whose day-to-day office is in Roseville, Calif.—is one of the Adventist Health employees who has helped make the long-term goal of a new birthing center a reality. In November, she traveled with 49 Adventist Health employees and volunteers to Kenya’s Masai Mara, a land known for its wildlife and for being home to nomadic herders of the Masai tribe. The group took 10 days away from their routine jobs to participate in a medical mission trip organized by the Adventist Health Global Mission team.

Their work focused on the local Maternal and Women’s Health Center. Holly’s small crew led classes with the local midwives, administered immunizations, and helped during deliveries. Others worked in the equatorial heat, stacking bricks on the new two-story birthing center with the Masai construction crew. While Holly and her travel companions gave their time and labor, others are supporting the project from home with donations to the Adventist Health Global Mission Fund.

“Global humanitarian impact is rich in the Adventist faith tradition, and this includes delivery of healthcare. I can’t think of a better way to experience a sense of vocation and purpose, a feeling like you are part of something important, than by making a difference for others,” said Alex Bryan, Adventist Health Chief Mission Officer, who laid brick at the construction site in Kenya. “It’s important to care about local causes, but just as important are global concerns. This work has the power to change the world and to change us.”

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By Lauren Nelson

La obra misionera global apoya a la salud de las mujeres Masai

Una niña Masai de 15 años tropieza sola a través de las puertas de la Africa Mission Services Clinic en Kenia, con los pies cubiertos por el rojo polvo del camino. Sus ojos se fijan en la pequeña mesa de parto al otro lado de la habitación. Holly Green, especialista perinatal de Adventist Health, la ayuda a sentarse sobre la mesa, sin sábanas entre ella y el colchón de imitación de cuero utilizado en los más de 600 partos del centro el año pasado.

La paciente está en labor de parto. No hay almohadas ni mantas calientes para darle confort. No hay chispas de hielo. No hay estribos para sostenerla. Holly puede ver al examinarla que el tejido cicatricial de una circuncisión femenina significará un parto más difícil y doloroso.

Hace unos años, antes de que se construyera la sala de operaciones, esa paciente hubiese tenido que caminar 37 millas para dar a luz a su bebé. Ahora, a través del apoyo de socios locales e internacionales, una pequeña clínica con una sala de operaciones se encuentra justo al lado del camino de tierra. Pero, a medida que la población del área ha aumentado, también ha sido la necesidad de expandir la clínica que permita que más mujeres reciban la atención necesaria. A través del apoyo de Adventist Health Global Mission y el tiempo y el sudor de los voluntarios en un viaje misionero, Africa Mission Services pronto abrirá las puertas de un nuevo y más grande Centro de Salud Materno Femenino, un lugar donde los proveedores locales de atención médica puedan salvar las vidas de más madres y bebés.

Holly, cuya oficina está en Roseville, California, es una de las empleadas de Adventist Health que ha ayudado a hacer realidad la meta a largo plazo de un nuevo centro de maternidad. En noviembre, viajó con 49 empleados y voluntarios de Adventist Health a Masai Mara de Kenia, una tierra conocida por su vida silvestre y por ser el hogar de pastores nómadas de la tribu Masai. El grupo tomó 10 días de sus trabajos rutinarios para participar en un viaje médico misionero organizado por el equipo de Adventist Health Global Mission.

El pequeño equipo de Holly condujo clases con las parteras de la localidad, administró vacunas y ayudó durante los partos. Otros trabajaron en el calor ecuatorial apilando ladrillos en el nuevo centro de maternidad de dos pisos con el equipo de construcción Masai. Mientras Holly y sus compañeros de viaje dieron de su tiempo y su trabajo, otros están apoyando el proyecto desde casa con donaciones al fondo de Adventist Health Global Mission.

«El impacto humanitario global es abundante en la tradición adventista e incluye la atención médica. No puedo pensar en una mejor manera de experimentar un sentido de vocación y propósito, un sentimiento como si fueras parte de algo importante, que sirviendo a los demás», dijo Alex Bryan, director de misión de Adventist Health, quien colocó ladrillos en el sitio de construcción en Kenia. «Es importante preocuparse por las causas locales, pero igual de importantes son las preocupaciones globales. Este trabajo tiene el poder de cambiar el mundo y a nosotros».

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Por Lauren Nelson