Initial Response to the Maui Fires

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On Tuesday, August 8, tragedy struck the island of Maui when wildfires began to rage on the island's west side. When the president of the Hawaii Conference, Erik VanDenburgh, heard the news, he immediately began to arrange for people to fly to Maui to help in any way they could. One of these people was Pastor Ben Williams, who previously served as the senior pastor for the Lahaina and Kihei churches on Maui. 

The next day, Pastor Williams packed his bags and headed for Maui to begin assisting the people there. Upon arrival, he immediately bought food and air mattresses for anyone who might need a place to stay at the local Kahului church. Phone lines and Wi-Fi were down due to the fires, so Williams had no way of knowing what kind of situation the church members were facing or how many people needed care. Later that afternoon, he finally received a text from one of the members of the church in Lahaina. They were in need of a place to stay and asked if they could “bring the whole gang.” Williams told them to come to Kahului, and later that evening around 45 people showed up. Over the course of the next few days, more and more people began to arrive at the church. As the numbers grew, the need for more services arose.

At first, the church served as a place for people to sleep, eat, and recuperate while the next steps were taken to get them back on their feet. When conference leaders came to Maui, the church offered them a central location to meet with people as they worked to get them the help they needed. VanDenburgh arrived on Thursday and immediately began organizing and coordinating relief efforts. ACS Hawaii Director Mark Tamaleaa began working with organizations such as the American Red Cross and FEMA and with local county authorities to get people the care they needed. Intern Ministry Leaders Alexander Rodriguez and Jenny Silva also came to assist people with signing up for government relief and filing for insurance claims. While this was happening, local church members also stepped up to help their community—even while they themselves were in crisis. 

As rebuilding continues, the Hawaii Conference hopes to continue to give people a source of comfort in the wake of this tragedy by providing as much aid as possible to the affected families.

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By Caleb Schaber 

 

Reacción inicial a los incendios de Maui

El martes 8 de agosto, la tragedia azotó a la isla de Maui cuando los incendios forestales comenzaron a arrasar el lado oeste de la isla. Cuando el presidente de la Hawaii Conference, Erik VanDenburgh, se enteró de la noticia, inmediatamente comenzó a hacer arreglos para que la gente volara a Maui para ayudar en todo lo que pudieran. Una de estas personas fue el pastor Ben Williams, quien anteriormente se desempeñó como pastor principal de las iglesias de Lahaina y Kihei en Maui. 

Al día siguiente, el pastor Williams empacó sus maletas y se dirigió a Maui para comenzar a ayudar a la gente. A su llegada, inmediatamente compró comida y colchones inflables para cualquiera que pudiera necesitar un lugar para quedarse en la iglesia de Kahului. Las líneas telefónicas y el Wi-Fi no funcionaban debido a los incendios, por lo que Williams no tenía forma de saber qué tipo de situación enfrentaban los miembros de iglesia o cuántas personas necesitaban ayuda. Más tarde esa tarde, finalmente recibió un mensaje de texto de uno de los miembros de la iglesia en Lahaina. Necesitaban un lugar donde quedarse y preguntaron si podían «traer a toda la tribu». Williams les dijo que vinieran a Kahului y más tarde esa noche aparecieron alrededor de 45 personas. En el transcurso de los días siguientes, más y más personas comenzaron a llegar a la iglesia. A medida que crecían las cifras, surgía la necesidad de más ayuda.

Al principio, la iglesia servía como un lugar para que la gente durmiera, comiera y se recuperara mientras se daban los siguientes pasos para que volvieran a recuperarse. Cuando los líderes de la conferencia llegaron a Maui, la iglesia les ofreció un lugar central para reunirse con las personas mientras trabajaban para conseguirles la ayuda que necesitaban. VanDenburgh llegó el jueves e inmediatamente comenzó a organizar y coordinar los esfuerzos de socorro. Mark Tamaleaa, director de ACS Hawaii comenzó a trabajar con organizaciones como la Cruz Roja Americana y FEMA y con las autoridades del condado para que las personas recibieran la ayuda que necesitaban. Los líderes del Intern Ministry, Alexander Rodríguez y Jenny Silva, también acudieron a ayudar a las personas a inscribirse para recibir ayuda del gobierno y presentar reclamos de seguros. Mientras eso sucedía, los miembros de la iglesia también dieron un paso al frente para ayudar a su comunidad, incluso cuando ellos mismos estaban en crisis. 

A medida que continúa la reconstrucción, la Hawaii Conference espera continuar brindando a las personas una fuente de consuelo a raíz de esa tragedia al brindar la mayor ayuda posible a las familias afectadas.

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Por Caleb Schaber