Attendees at the 2022 Generation of Youth for Christ (GYC) conference were inspired by the proclamation found in Isaiah 58:8 to “break forth.” This was the theme for the four-day conference held in Phoenix, Arizona. As a yearly gathering for youth and young adults in the Adventist church who are advancing in their faith, the GYC conference is recognized as an occasion that attracts developing young people. However, for a small group of newly baptized Native American youth attending this year’s conference, the experience brought exposure to a broader Adventist community.
During their December winter break, seven students from Holbrook Indian School (HIS) attended the GYC conference for the first time. The voluntary trip was organized by HIS teacher and librarian Ana Lopez, who invited baptized students to the event, all of whom rarely travel very far beyond the borders of the Navajo Nation.
There is a solid Adventist presence on the Navajo reservation. Yet, due to poverty and other factors, many Navajo are only able to travel within the four corner regions of northeastern Arizona, northwestern New Mexico, and the southern border corners of Colorado and Utah. As a result, the spectrum of Adventists among the Navajo is limited to the residents of these areas and those who happen to travel through them. Thankfully, the GYC conference came close to home, providing exposure to a larger—more global—Adventist community.
The GYC conference experience marked a juncture in the personal spiritual journey of these Native youth. The students who attended the conference spoke of the impact that being at GYC had on them. For junior Dakota, the effect was social. Dakota appreciated the opportunity to meet new people, “Mainly because I don't know how to connect to people I don't know,” she said. “I met amazing people whom I made friends with and who have such lovely voices.”
For others, the deep spiritual yet relatable atmosphere made an impression. “Before going to GYC, I already liked learning about how Jesus and how God helps those who are hurting,” said senior Nathaniel. “After going to the convention, learning about abuse from someone stuck within me for a while.”
Nathaniel recalls another attendee sharing a story of sexual abuse and how abuse can affect your relationship with God. “I learned that asking God for help can make you feel better about yourself and accomplish more than you achieved,” Nathaniel said.
“It was a wonderful experience,” said junior Slade. “When we had the morning prayers, it felt uplifting. Everyone was there for one purpose—to talk to God and praise Him for being so merciful.”
HIS senior Ariana enjoyed the seminar sessions about mental health, thoughts, and the effects of negativity. As the most recently baptized student, she found peace amid the storm through Bible classes and dorm worship at HIS after losing her sibling. Traveling to GYC opened up a new perspective for her. “Plus, I saw Doug Batchelor,” she said. “I wanted to see him, and I finally did and was able to listen to him, strengthening us during the final charge.”
While the GYC trip marked an important moment in the lives of these Native youth, this occasion was also a landmark for the school, its supporters, and the Pacific Union Conference. The existence of HIS has contributed to re-constructing the Navajo-Christian relationship. HIS, a school providing quality, whole-person education to Native youth in a safe environment, was established during a time when the Navajo-Christian relationship was tense. Seeing its students find companionship and spiritual connection with a global range of Christians today is a testament to the school’s significance.
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By Chevon Petgrave
Los estudiantes nativos americanos asisten a GYC por primera vez
Los asistentes a la conferencia Generación de Jóvenes para Cristo (GYC) 2022 se inspiraron en la proclamación que se encuentra en Isaías 58:8 de «brillar como el alba». Ese fue el tema de la conferencia de cuatro días celebrada en Phoenix, Arizona. Como una reunión anual para jóvenes y adultos jóvenes de la iglesia adventista que están avanzando en su fe, la conferencia GYC es reconocida como una ocasión que atrae a jóvenes en desarrollo. Sin embargo, a un pequeño grupo de jóvenes nativos americanos recién bautizados que asistían a la conferencia de este año, la experiencia los expuso a una comunidad adventista más amplia.
Durante sus vacaciones de invierno en diciembre, siete estudiantes de Holbrook Indian School (HIS) asistieron a la conferencia GYC por primera vez. El viaje fue organizado por la maestra y bibliotecaria de HIS, Ana López, quien invitó a estudiantes bautizados al evento, todos los cuales rara vez viajan mucho más allá de las fronteras de la Nación Navajo.
Hay una sólida presencia adventista en la reserva Navajo. Sin embargo, debido a la pobreza y otros factores, muchos navajos solo pueden viajar dentro de las cuatro regiones de la esquina en el noreste del país que cubre los estados de Arizona, Nuevo México, Colorado y Utah. Como resultado, la presencia de adventistas entre los navajos se limita a los residentes de esas áreas y a aquellos que viajan a través de las mismas. Afortunadamente, la conferencia GYC se acercó a casa, proporcionando exposición a una comunidad adventista más grande, más global.
La experiencia de la conferencia GYC marcó una coyuntura en el viaje espiritual de esos jóvenes nativos. Los estudiantes que asistieron a la conferencia hablaron del impacto que tuvo en ellos estar en GYC. Para Dakota junior, el efecto fue social. Dakota apreció la oportunidad de conocer otra gente, «principalmente porque no sé cómo conectarme con personas que no conozco», dijo. «Conocí a personas increíbles con las que me hice amiga y que tienen voces encantadoras».
Para otros la profunda atmósfera espiritual causó una impresión. «Antes de ir a GYC, ya me gustaba aprender sobre cómo Jesús y cómo Dios ayuda a los que sufren», dijo Nathaniel, un estudiante de último año. «Después de ir a la convención, aprender sobre el abuso de alguien se quedó dentro de mí por un tiempo».
Nathaniel recuerda a otro asistente compartiendo una historia de abuso sexual y cómo el abuso puede afectar su relación con Dios. «Aprendí que pedir ayuda a Dios puede hacerte sentir mejor contigo mismo», dijo Nathaniel.
«Fue una experiencia maravillosa», dijo Slade, un junior. «Cuando orábamos por la mañana, se sentía edificante. Todos estaban allí con un propósito: hablar con Dios y alabarlo por ser tan misericordioso».
Ariana, una estudiante de último año, disfrutó de las sesiones del seminario sobre salud mental y los efectos de la negatividad. Como la estudiante bautizada más recientemente, encontró paz en medio de la tormenta a través de clases bíblicas y adoración en el dormitorio de HIS después de perder a su hermano. Viajar a GYC le abrió una nueva perspectiva. «Además, vi a Doug Batchelor», dijo. «Quería verlo y finalmente lo hice y pude escucharlo, fortaleciéndonos durante la última presentación».
Si bien el viaje a GYC marcó un momento importante en la vida de esos jóvenes nativos, esa ocasión también fue un hito para la escuela, sus partidarios y la Pacific Union Conference. La existencia de HIS ha contribuido a reconstruir la relación navajo-cristiana. HIS, una escuela que brinda educación integral de calidad a jóvenes nativos en un ambiente seguro, se estableció durante un tiempo en el que la relación navajo-cristiana era tensa. Ver a sus estudiantes encontrar compañía y conexión espiritual con una gama global de cristianos es un testimonio de la importancia de la escuela.
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Por Chevon Petgrave