Nevada-Utah Conference (NUC) Women’s Ministries, in an effort to enhance unity and become better stewards of resources, has combined the general women’s retreat with the Hispanic women’s retreat, resulting in one glorious blessing for the women of their vast conference. With an area of over 218,000 square miles, hosting “local” events is an impossibility, so the annual retreat is moved from year to year to be held near one of the three large metropolitan areas of the conference: Las Vegas, Reno, or Salt Lake City. The first combined retreat was held in 2022 in Reno. This year the venue was the Zermatt Resort in Midway, Utah.
To begin the wonderful weekend, nearly 300 women took the journey through the Rocky Mountains, being treated to a beautiful array of early fall colors on the mountainsides. The first impression of the resort, with its Swiss-inspired architecture, was like what one would expect when arriving in the Alps.
As Ellen White wrote, “We may not be brought into such a critical and prominent place as were the people of God in the time of Esther; but often converted women can act an important part in more humble positions. This many have been doing, and are still ready to do” (Letters and Manuscripts, vol. 25, letter 22, 1911). The theme for the weekend was “Reconnecting with My Mission,” and the event definitely inspired many to do just that.
Two exceptional speakers brought messages of hope and restoration. Lisa Marsh shared the gospel by reminding attendees that God sees, redeems, restores, embraces, and loves each woman as His daughter—and all can, in Him, reconnect with their missions. The messages of Esther Crisostomo meshed perfectly, as she shared the beautiful intricacies of our brains, thoughts, and actions. An inspiring quote to remember is “With God’s help, I shall now become myself.”
Each of the represented churches was asked to bring a gift to share with the group and a special musical selection. Although not every church was able to do so, there were many wonderful performances, and some very creative gifts were given.
One would think that the language barrier would be difficult to manage; however, the ladies discovered that the language of love breaks down walls and creates a camaraderie that is nothing but heavenly. Many conversations took place with very broken Spanish, English, and even some other languages, bringing smiles and hugs to the interchanges.
The attendees came away eagerly looking forward to the time when all God’s people will be with Him speaking the language of heaven. Until that time, let us all reconnect with our mission!
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By Michelle Ward
Spanish
A beautiful musical selection is presented by the ladies of the Camino a Cristo church.
Una hermosa selección musical es presentada por las damas de la iglesia Camino a Cristo.
The Emmanuel Hispanic church in Spanish Fork, Utah, shares God’s Word as the light.
La iglesia hispana Emmanuel en Spanish Fork, Utah, comparte la Palabra de Dios como la luz.
Members of the Living Water Fil-Am church lead the singing.
Miembros de la iglesia Living Water Fil-Am dirigen el canto.
NUC Treasurer, Karen Schneider.
Tesorera de NUC, Karen Schneider.
Esther Crisostomo gives another heartfelt message of hope.
Esther Crisóstomo da otro profundo mensaje de esperanza.
Segundo retiro combinado de mujeres
El ministerio de mujeres de la Nevada-Utah Conference (NUC, por sus siglas en inglés), en un esfuerzo por mejorar la unidad y convertirse en mejores administradoras de los recursos, han combinado el retiro general de mujeres con el retiro de mujeres hispanas, lo que ha resultado en una bendición especial para las mujeres de su vasta conferencia. Con un área de más de 218,000 millas cuadradas, organizar eventos «locales» es una imposibilidad, por lo que el retiro anual se traslada cada año para celebrarse cerca de una de las tres grandes áreas metropolitanas de la conferencia: Las Vegas, Reno o Salt Lake City. El primer retiro combinado se llevó a cabo en 2022 en Reno. Este año el lugar fue el Zermatt Resort en Midway, Utah.
Para comenzar el maravilloso fin de semana, casi 300 mujeres emprendieron el viaje a través de las Montañas Rocosas, disfrutando de una hermosa variedad de colores de principios de otoño en las laderas de las montañas. La primera impresión de la estación, con su arquitectura de inspiración suiza, fue como la que uno esperaría al llegar a los Alpes.
Como escribió Elena White: “Es posible que no seamos llevados a un lugar tan crítico y prominente como lo fue el pueblo de Dios en el tiempo de Ester; pero a menudo las mujeres convertidas pueden desempeñar un papel importante en puestos más humildes. Muchas han hecho eso y todavía están listos para hacer más» (Letters and Manuscripts, vol. 25, carta 22, 1911). El tema del fin de semana fue «Reconectada con mi misión» y el evento definitivamente inspiró a muchas a hacer eso precisamente.
Dos oradoras excepcionales trajeron mensajes de esperanza y restauración. Lisa Marsh compartió el evangelio recordando a las asistentes que Dios ve, redime, restaura, abraza y ama a cada mujer como su hija, y todas pueden, en él, reconectarse con su misión. Los mensajes de Esther Crisóstomo encajaron a la perfección, ya que compartía las hermosas complejidades de nuestro cerebro, pensamientos y acciones. Una cita inspiradora para recordar es: «Con la ayuda de Dios, ahora me convertiré en mí misma».
A cada una de las iglesias representadas se le pidió que trajera un regalo para compartir con el grupo y una selección musical. Aunque no todas las iglesias pudieron hacerlo, hubo muchas actuaciones maravillosas y se dieron algunos regalos muy creativos.
Uno pensaría que la barrera del idioma sería difícil de manejar; sin embargo, las damas descubrieron que el lenguaje del amor derriba muros y crea una camaradería que es más que celestial. Muchas conversaciones tuvieron lugar con un español, un inglés e incluso algunos otros idiomas entrecortados, lo que provocó sonrisas y abrazos en los intercambios.
Las asistentes salieron ansiosas por el momento en que todo el pueblo de Dios estará con él hablando el lenguaje del cielo. Hasta ese tiempo ¡volvamos a conectarnos con nuestra misión!
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Por Michelle Ward
